TEMA 7: MUNDO ÁRABE

MUNDO ÁRABE



Características de la Sociedad Árabe Pre-Islámica 


Después de la investigación que hicimos de la vida religiosa y política en Arabia creemos apropiado hacer un resumen de los aspectos sociales, económicos y éticos que prevalecían en la religión.

La vida social de los árabes

La sociedad árabe presentaba diferentes y heterogéneos grupos sociales. El estatus de la mujer entre la nobleza registró un avanzado nivel de estima. La mujer gozaba de una considerable libertad, y sus decisiones a menudo eran cumplidas. Era tan apreciada que fácilmente se derramaba sangre defendiendo su honor. De hecho ella era el motivo de disputas o reconciliaciones pacíficas. A pesar de estos privilegios, el sistema familiar en Arabia era totalmente patriarcal. El contrato matrimonial recaía completamente en las manos del representante legal de la mujer y la palabra de éste con respecto a su estatus marital nunca podía ser cuestionada.

Existía también otro estrato social donde la prostitución y la indecencia prevalecían. Al Bujari (radia Allah anhu) registró que 'Aisha (radia Allah anha) mencionó cuatro clases de relaciones conyugo-sexuales en la Arabia pre-islámica.

La Primera: Similar a los matrimonios de hoy en día en el cual un hombre concede a su hija en matrimonio después del ofrecimiento y estipulada la dote. La Segunda: era cuando el esposo enviaba a su esposa, luego del periodo menstrual, para que cohabite con otro hombre para que quedara embarazada. Una vez que diera a luz, su marido si lo deseaba mantendría relaciones sexuales con ella nuevamente. La Tercera: era cuando un grupo de menos de diez hombres mantenía relaciones sexuales con una mujer. Luego si daba a luz, ella llamaba a todos ellos y debían acudir a su convocatoria. Cuando lo hacían ella les decía: 'sabéis lo que habéis hecho. He tenido un hijo y es tuyo' (señalando a uno de ellos) El hombre que era señalado debía aceptar. La Cuarta: consistía en que muchos hombres tuviesen relaciones sexuales con una prostituta. No se negaba a nadie. Esa clase de mujer colocaba un distintivo en su puerta para invitar a cualquiera. Si la prostituta quedaba embarazada y daba a luz, juntaba a todos los hombres con los que había estado y un vidente determinaba al padre del niño. El padre elegido debería asumir su paternidad. Cuando el Profeta -salla Allah alehi wa salam- estableció el Islam en Arabia todas estas maneras de relaciones conyugo-sexuales fueron prohibidas excepto la actual, el matrimonio islámico. (sahih Al-Bujari nº 5127, Sunan Abu Daûd -el libro del casamiento, cap. referido a las clases de matrimonios de la época de la ignorancia)

Las mujeres siempre acompañaban a sus maridos en las guerras. Los vencedores podrían mantener relaciones con su mujer, pero la desgracia siempre pesaría sobre las criaturas así concebidas.

Los árabes preislámicos no tenían un número fijo de esposas. Podían casarse con dos hermanas al mismo tiempo, o aún con las esposas de sus padres si éstas eran divorciadas o enviudaban.

El Corán claramente denunció estas prácticas en las siguientes palabras:

4. Las mujeres (An nísa)

22. En adelante no os caséis con las mujeres con que han estado casados vuestros padres. Sería deshonesto y aborrecible. ¡Mal camino...! 23. En adelante, os están prohibidas vuestras madres, vuestras hijas, vuestras hermanas, vuestras tías paternas o maternas, vuestras sobrinas por parte de hermano o de hermana, vuestras madres de leche que os amamantaron, vuestras hermanas de leche, las madres de vuestras mujeres, vuestras hijastras que están bajo vuestra tutela, nacidas de mujeres vuestras con las que habéis consumado el matrimonio -si no, no hay culpa-, las esposas de vuestros propios hijos, así como casaros con dos hermanas a un tiempo. Allah es indulgente, misericordioso.


El divorcio se encontraba en manos del marido.

La obscenidad del adulterio prevaleció en casi todas las clases sociales, a excepción de unos pocos hombres y mujeres cuya dignidad los mantuvo al margen de dicho comportamiento. Las mujeres libres estaban en mejores condiciones que las esclavas, las cuales sufrían la peor parte. Parecía que la mayoría de la sociedad preislámica en Arabia no sentía vergüenza de realizar obscenidades.

Narró Abu Daûd: 'Un hombre se levantó frente al Profeta Muhammad -salla Allah alehi wa salam- y dijo: 'Oh, Profeta de Allah! ese niño es mi hijo. Tuve relaciones sexuales con su madre en el período preislámico'. El Profeta -salla Allah alehi wa salam- pronunció estas palabras: 'Nada de reclamos en el Islam por los asuntos de la época de la ignorancia. El hijo debe adjudicarse al lecho donde nació; y la lapidación es para el adúltero'. (Abu Daûd, cap. El niño pertenece a la cama donde nació)

Respecto a las relaciones de los padres con sus hijos en la época preislámica, encontramos que la vida en Arabia era paradójica y presentaba un panorama oscuro de contrastes. Mientras que algunos tenían gran afecto y cariño por sus hijos varones, otros sepultaban a sus hijas vivas por el miedo a la pobreza y la vergüenza que padecían al tenerlas.

El Corán claramente denunció esta práctica:

Los rebaños (Al anam) 151. '....no matéis a vuestros hijos por miedo de empobreceros -ya os proveeremos Nosotros, y a ellos....'

Las abejas (Al nahl) 58. Cuando se le anuncia a uno de ellos una niña, se queda hosco y se angustia. - 59. Esquiva a la gente por vergüenza de lo que se le ha anunciado, preguntándose si lo conservará, para deshonra suya, o lo esconderá bajo tierra... ¡Qué mal juzgan!

El viaje nocturno (Al esra) 31. ¡No matéis a vuestros hijos por miedo a empobreceros! Somos Nosotros Quienes les proveemos, y a vosotros también. Matarles es un gran pecado.

El obscurecimiento (At takuér) 8. cuando se le pregunte a la niña enterrada viva - 9. qué crimen cometió para que la mataran,

Otro aspecto de la vida social que merece ser mencionado es el profundo sentimiento de los árabes de pertenecer a un clan o familia. La familia o tal vez el orgullo de pertenencia a una tribu era una de las pasiones más fuertes. La doctrina de unidad de los vínculos sanguíneos era la principal razón que tenían para mantenerse unidos dentro de la vida social que se formaba y sustentaba por el orgullo tribal. El indiscutible lema era 'apoya a tu hermano aunque fuese un opresor o un oprimido' tomando la frase literalmente. Luego el Islam hizo una enmienda a eso explicando que ayudar a un hermano opresor significa: impedirle que siga con esa postura.

El deseo de liderazgo y las rivalidades a menudo terminaban en guerras entre las tribus a pesar de ser descendientes de un mismo ancestro. Al respecto son notables ejemplos, los bruscos conflictos entre Aus y Jazraÿ, 'Abs y Dhubián, Bakr y Taglib.

Las relaciones entre las tribus eran frágiles y débiles debido a los continuos enfrentamientos. La profunda devoción a las supersticiones religiosas y algunas costumbres, sin embargo, solían reducir el impulso de venganza. En otras ocasiones, existían motivos para aliarse, apoyarse y tenerse lealtad recíproca que traían consigo un espíritu de conformidad única, eliminando posibles disputas. Una honorable costumbre de suspender las hostilidades durante los meses sagrados era favorable y proveía la oportunidad para ganarse la vida y coexistir en paz.

En resumen, la situación social en Arabia preislámica se desarrollaba dentro de la oscuridad y la ignorancia, en un enredo de supersticiones que paralizaba sus mentes y los llevaba a tener una vida similar a bárbaros. La mujer era un bien negociable y se consideraba un objeto. Las relaciones entre tribus eran frágiles. La codicia por las riquezas y las guerras entre tribus eran los principales objetivos que regían las políticas de conducción de los jefes tribales.

Situación Económica:

La situación económica iba a la par del ámbito social. El comercio fue el medio más común de alcanzar las necesidades básicas para la subsistencia. Los viajes mercantiles no se llevaban a cabo sino en las rutas seguras para las caravanas con paz entre las tribus, dos necesidades ausentes excepto en los meses sagrados cuando los árabes sostenían sus reuniones en las ferias comerciales de 'Ukaz, Dhil-Majaz, Miyannah y otras.

Arabia era la región más alejada de la industria. La industria del tejido y la costura eran provistas por la gente del Yemen, Hirah y las fronteras sirias. En el interior de la región existía cierta clase de agricultura y ganadería. Casi todas las mujeres trabajaban en el arte de hilar, pero incluso esta actividad se veía interrumpida por las constantes guerras.

La ética:

No podemos negar que los árabes preislámicos tenían muchos males. Siendo estos males y vicios rechazados por la razón, pero esto jamás podría haber ocultado la sorprendente existencia de virtudes loables, de las cuales mencionaremos las siguientes:

1.-- La Hospitalidad: Solían competir entre sí por la hospitalidad, siendo un orgullo para ellos dar hospedaje o alimentar a un invitado. Numerosas poesías estuvieron dedicadas a elogiar el buen trato o denunciar el mal trato a un huésped. Un hombre podía visitar a otro que sufría mucho frío y hambre, el dueño de la casa a pesar de que no tenía bienes excepto una camella de la cual, la vida del resto de su familia dependía, la sacrificaba para atender a su huésped. No vacilaban en pagar grandes indemnizaciones o en afrontar otras penurias con tal de frenar el derramamiento de sangre, lo cual era motivo de admiración y elogio.

Entre sus principales rasgos estaba el elogiar el consumo del vino, no por jactarse del mismo, sino por ser un medio para demostrar hospitalidad. Por estas razones la uva para el vino era llamada 'karm', la misma palabra que se usa para describir la hospitalidad.

El juego de azar era otra práctica asociada a la generosidad, debido a que las ganancias se destinaban a la caridad. Incluso el Noble Corán no le resta importancia al beneficio económico derivado del vino y del juego, pero advierte y amonesta: ''Te preguntan acerca del vino y del maysir, Di: «Ambos encierran pecado grave y ventajas para los hombres, pero su pecado es mayor que su utilidad». 2: 219

2.-- Respetar el convenio: Esto significaba que al hacer una promesa estaba en deuda. No repararía en la destrucción de su familia o casa por sostener la tradición de cumplir con un convenio.

3.-- El Sentido del honor y el repudio a las injusticias: Este atributo se consideraba principalmente como una manifestación de coraje y autoestima. El árabe siempre estuvo dispuesto a censurar la menor insinuación de humillación.

4.-- Firme determinación y voluntad: El árabe nunca desistió de conducirse por el camino que llevaba a mantener su orgullo y honor, aún a costa de su vida.

5.-- Paciencia, Perseverancia y Bondad: El árabe admiraba estas características, no obstante, debido a la vida que llevaban con mucho ímpetu y coraje se consideraban con poca necesidad de demostrar estas cualidades.

6.-- Una simple y sencilla vida nómada: Alejados de las apariencias de la engañosa vida de la ciudad mantenían una naturaleza propia de honestidad, alejados del engaño y la traición.

Lo más apreciado dentro de esta ética, después de cumplir los convenios, fue sin duda su gran sentido de autoestima y una fuerte determinación, dos cualidades humanas indispensables para combatir el mal y eliminar la corrupción moral por un lado, y establecer una sociedad justa por el otro. 

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